Una trágica noche se vivió en Tijuana cuando una riña en las gradas del Estadio Caliente terminó en asesinato. Carlos Alfredo Cárdenas Ramos, un aficionado de 34 años de los Xolos de Tijuana, murió después de ser baleado a las afueras del estadio, al finalizar el encuentro contra las Chivas del Guadalajara. La violencia, captada en múltiples videos que circulan en redes sociales, muestra a Carlos, identificado por su pantalón blanco, involucrado en una pelea antes de ser seguido y ejecutado en el estacionamiento.
Carlos Alfredo fue trasladado de urgencia a la clÃnica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por una ambulancia de la Cruz Roja, pero lamentablemente falleció al llegar, debido a heridas de bala en la cabeza y el cuello. Testigos del incidente señalaron que los atacantes lo siguieron desde la riña en el estadio hasta el estacionamiento, donde lo asesinaron a sangre frÃa. La presencia de seguridad y escoltas armados en el lugar no impidió el violento desenlace.
Lo que resulta aún más desconcertante es la aparente indiferencia de muchos aficionados que, a pesar de la violencia, continuaron bailando y bebiendo cerveza en otras áreas del estacionamiento. A pesar de la llegada de la Guardia Nacional, el ambiente entre los asistentes se mantuvo sorprendentemente calmado.
Las redes sociales han explotado con información sobre los presuntos antecedentes penales de Carlos Alfredo, generando aún más controversia alrededor del incidente. La Federación Mexicana de Futbol ha emitido un comunicado, anunciando una investigación sobre el caso y recordando que la seguridad en los estadios es responsabilidad de los equipos. El Club Xolos de Tijuana también ha declarado su colaboración con las autoridades para esclarecer lo sucedido.
Este lamentable hecho deja una profunda herida en la comunidad futbolÃstica y en los aficionados, recordando la importancia de la seguridad en los eventos deportivos. La investigación sigue en curso, y la expectativa por justicia es alta entre los seguidores del futbol mexicano.